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miércoles, 21 de febrero de 2018

Re-descubriendo el Fujinon XF 16-55 f/2.8 WR

Hasta para foto de calle me ha conquistado este Fujinon XF 16-55mm 

Desde que hace aproximadamente 5 años este blog viera la luz, he tenido la suerte de probar prácticamente la totalidad del material de la serie X. Durante la evolución de la serie X de Fujifilm, he ido dejando bien claro mi gusto dentro de las diferentes opciones de modelos de cámara y objetivos.


Foto que encabezaba la comparativa realizada en 2015 entre ambos objetivos... han cambiado muchas cosas, mi elección, incluso las vistas desde mi ventana...

Como he dicho, en ocasiones, lo que sobre el papel es “mejor” no ha sido la opción que he recomendado. A veces por que la diferencia no merecía la pena respecto al desembolso extra de la opción que parecía iba a ser la elegida, en otras por que el sacrificio de la ventaja en peso y tamaño (que es señal de identidad de la montura) era demasiado grande respecto a la mejora obtenida, mejora que existía pero que para mí no compensaba lo anteriormente mencionado…

Sí, he terminado el párrafo anterior con puntos suspensivos. La razón es clara, el análisis que realicé hace algunos años (como pasa el tiempo) en la actualidad ya no tienen el mismo valor, dejan de ser absolutos incluso para mí. Y es que la evolución de la serie X en los últimos años ha hecho que lo que antes parecía blanco ahora sea negro, bueno, mejor verde clarito que es mucho menos radical y bastante más alegre.

Quizás uno de los casos más claros sea el del Fujinon XF 16-55 2.8 WR, objetivo que os adelanto tengo pegado a una X-Pro2 y que en los últimos meses he utilizado prácticamente el 50% del tiempo que he tomado fotos. Nunca pensé que llegara a decir esto, pero en estos momentos puede que sea el objetivo que mas utilizo...

En la comparativa que realicé con el XF 18-55 2.8-4 se impuso éste por una cuestión que es innegable: menor peso y tamaño. Ópticamente el “mal llamado kitero” (os confieso que me repatea que a ese objetivo se le llame así) es un objetivo que yo calificaría de bueno y aunque tiene sus cosillas (como el hecho de que el 2.8 se pierda apenas se acciona el anillo del zoom) cuenta con estabilizador, una muy buena construcción y un enfoque bastante decente. Es decir un objetivo muy recomendable por su tamaño y peso y suficiente para prácticamente cualquier usuario. Todo esto condenó al 16-55 2.8 a no arrasar en la puntuación global.

Pero con la llegada de los sensores de 24mpxl a la serie X, la cosa ha cambiado. ¿Quiere decir esto que el 18-55 merece ser ejecutado y borrado cualquier rastro de su existencia? NO. Simplemente, la exigencia de los nuevos sensores hace que la mayor calidad óptica del 2.8 sellado se haga más patente. 


Tomada con el 16-55 y un sensor de 16mpxl. El modelo en esta foto lo es todo ;-P

Y es que estos nuevos sensores exigen mucho más a los cristales y como era de esperar el 18-55 2.8-4 sin dejar de ser un buen objetivo empieza a acusar esta exigencia… o mejor dicho en realidad lo que ocurre es que el 16-55 2.8 demuestra lo buen objetivo que es y ha sido siempre y como puede “dominar” sin problemas los 24mpxl incluso a máxima apertura.



Cuestión a valorar, vuelve a ser la misma ¿merece sacrificar el menor peso y tamaño del 18-55 en beneficio de la mayor calidad óptica del 2.8? Bueno, esta pregunta no es del todo “completa” ya que habría que añadir por un lado el hecho de que uno tiene un respetable 2.8 constante y por otro lado el hecho de que sea sellado.

Lo primero, la apertura constante podría ser compensada en una de sus ventajas asociadas, el hecho de poder disparar con menos luz aumentando la velocidad, en el caso del 18-55 2.8-4 su menor apertura se compensa con el estabilizador.

Respecto al punto de que el 2.8 sea sellado, también se puede compensar, utilizando una bolsa de plástico para cubrirlo… espero que se entienda la ironía. Esta es una característica que se o tiene o no.

Bien la mejora óptica sobre un sensor de 24mpxl se nota, y ahora sin lugar a dudas. Por este lado poco se puede añadir.

Marco negro, agua y señora

Mayor micro-contraste desde máxima apertura y a cualquier focal. En la posición tele (55mm) las diferencias son muy acusadas en los bordes y no es hasta cerrar como poco 2 pasos cuando las diferencias necesitan de un análisis concienzudo para ser detectadas, hasta ese momento a poco que ampliemos notamos una falta de nitidez clara y un viñeteo mucho más acusado en en la posición angular (18mm) por parte de del 18-55 2.8-4.

Todo esto seguro que ya lo sabíais si estáis leyendo este artículo. Comparativas entre ambos objetivos se han hecho muchas y teniendo en cuenta que ambos objetivos tiene ya unos años en el mercado existen multitud de reviews juntos, por separado, en la playa, montaña… hechas por personas mejor equipadas y con infinitamente más conocimientos técnicos que yo.

Lo que seguro que no vais a encontrar en otro blog, son mis sensaciones con este objetivo. No hay ningún otro medio que haya puesto sobre la mesa los fajos de billetes de 500 necesarios para conseguir que colabore con ellos (esto es una sobrada, lo demás es una broma).

No tiene nada de especial, pero es una de tantas que ha sido resultado de estar jugueteando tanto tiempo con este objetivo... bueno a mi me gusta....

Aunque no hace falta que lo recuerde, mis sensaciones son totalmente subjetivas, no tienen por que ser compartidas ni correctas para muchas personas. Tras este recordatorio os paso a comentar.

Como he comentado anteriormente, estoy utilizando este objetivo soldado a una X-pro2, ésta puede que no sea la combinación en la que casi todo el mundo piensa, pero mis cuerpos favoritos de la serie X son los PRO y por fortuna poseo tanto la versión 1 (mi cámara favorita aún a día de hoy) como la 2.

Efectivamente, a priori el grip de una X-Pro2 no parece que será el más adecuado para “trabajar” con este objetivo. Pero hasta el momento de escribir estas líneas este cuerpo es el más grade de la serie X, excluyendo la nueva X-H1 que con su prominente grip hace que el tamaño global del cuerpo pase a un segundo plano. He querido comentar lo aparentemente raro de este combo porque sorprendentemente lo encuentro muy cómodo. He utilizado el objetivo de forma puntual con X-t1, X-t2, X-t10 y X-t20. Con ninguno de estos cuerpos (siempre sin los grip´s opcionales) me he sentido más cómodo que con la X-Pro2. No hablo de rendimiento, ahora mismo sólo me refiero a las sensaciones en la mano. El conjunto sigue siendo lo suficientemente pequeño y ligero como para no convertirse en un “castigo” tras un par de horas de cargar con él. Además puesto que el cuerpo de la X-Pro2 es sellado el conjunto te permite estar más tranquilo ante condiciones difíciles. No obstante soy de los que piensa en el sellado como en un punto más de seguridad, no como una licencia para utilizar la cámara durante horas bajo la lluvia y después no preocuparte de secarla antes de guardar definitivamente en equipo.

Quiero volver al punto de la apertura constante 2.8 la cual unida al rendimiento a isos altas de la X-Pro2 te permite disparar a velocidades “decentes” con muy poca luz. Aún así hay algo que no ha cambiado y es el hecho de que no cuente con estabilizador, esto lo comenté en el artículo original y como es obvio sigue siendo un pequeño “pero” en este objetivo.

El rango de focales que cubre este 16-55 son equivalentes a un 24-82,5mm en 35mm. Es decir cubre exactamente el rango de focales que suelo utilizar por ello no echo en falta nada más en mi mochila en cuanto a mm.

En los últimos 2 meses he hecho 2 viajes de varios días y el único equipo que me he llevado ha sido este combo. En estos viajes, la fotografía eran parte esencial por lo que la elección fue pensada. El poder ir ligero con el equipo mencionado, un par de filtros circulares, dos baterías extra y algunas tarjetas no tiene precio. Practique todo tipo de fotografía y en ningún momento me arrepentí de mi elección. No iba a realizar solo fotografía de calle (en ese caso un par de fijos hubieran sido mi elección), no sólo iba a practicar la fotografía de paisaje (el 14mm y quizás el 18-55 2.8-4 hubiera sido mi elección)… iba a estar 5-6 días visitando una zona y sabía que practicaría todo tipo de fotografía y este 2.8 cumplió con lo que esperaba.

Sigo utilizando el 18-55 2.8-4, no es mal objetivo, todo lo contrario pero no os voy a engañar su uso ha pasado de ser relativamente frecuente a casi testimonial… sólo cuando quiero grabar vídeo a mano alzada el zoom de apertura variable es la opción elegida sin lugar a dudas. El resto del tiempo lo ha ocupado el 16-55 que además ha robado uso incluso a mis queridos fijos.

En estos momentos este 16-55 me parece una opción casi imprescindible para los cuerpos de nueva hornada y con un precio muy bajo (incluso sin las habituales promociones) respecto al inicial de lanzamiento… poco tienes que pensar salvo el cuando empiezas a ahorrar.

Desde mi querido CZ 16-35 2.8 montado en mi añorada A900, éste es el primer objetivo zoom que me tiene totalmente conquistado… y esto en mi caso es mucho decir ;-)


3 comentarios:

  1. Todo lo que el 16-55 tiene de grande lo tiene de bueno.

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  2. A mí me está haciendo plantear incluso el deshacerm,e de los fijos, conservando como mucho el 35 o el 56...

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