miércoles, 7 de marzo de 2018

La belleza del olvido: La cuenca minera de Riotinto


Continuando el paseo que ya iniciamos el pasado mes de Octubre con la entrada “La belleza del olvido” dedicada al apasionante mundo de la fotografía de abandonos, en esta ocasión os invito a adentraros en la que considero una de las localizaciones de mayor interés y belleza para los seguidores de este género fotográfico, y donde la singularidad de sus paisajes, únicos en el mundo y de características similares a los del cada vez más cercano planeta rojo, me conquistaron ya hace más de 15 años: la cuenca minera de Riotinto, un escenario inhóspito, desierto, casi sin vida (en la zona no hay presencia de aves, plantas u otros seres vivos), teñido de brillantes tonos azafrán y bermellón, y sobre el que descansa una espesa capa de escoria como resultado de la intensa actividad minera desarrollada desde tiempos de los romanos y los fenicios, en la que fue una de las principales minas de hierro de Europa. 


La extensión de la localización nos impedirá cubrir todos los enclaves de mayor relevancia en una misma jornada, hecho que nos obligará a regresar con nuestra cámara para seguir disfrutando de este peculiar rincón onubense, plagado de historia y curiosidades, y que en su momento albergó una de las mayores industrias florecientes de nuestro país, retratada al detalle desde las crudas líneas de "El corazón de la tierra" de Juan Cobos Wilkins. 

"Arrancamos!
¿Me acompañas?"



Equipándonos para la aventura

De vital importancia, máxime moviéndonos en este tipo de terreno donde la corrosión es una peligrosa realidad, debido al alto contenido de ácido sulfúrico en la tierra y disuelto en el agua. Por ello, el uso de calzado de seguridad será esencial para movernos con soltura y sin miedo, actuando como barrera protectora al contacto con la piel.


Lecho de escorias y restos de azufre cristalizado.
Extremadamente resbaladizo y pegajoso!!!

El riesgo de caídas es elevado en algunas zonas, debido a la presencia de materiales de desecho de la propia mina que a pesar de los años aún no han solidificado, volviendo resbaladizo (e incluso pegajoso) el lecho sobre el que nos desplazamos, con la posibilidad de perder el calzado - literalmente - mientras caminamos si este no está correctamente ajustado. 



Por otro lado, por muy vistoso que resulte el terreno y el agua del río, es recomendable evitar el contacto directo con la piel y los ojos - y con los plásticos del equipo fotográfico que pueden acabar teñidos, decolorados o deformados - con el fin de reducir el riesgo de abrasiones o reacciones alérgicas de diversa índole. Quizás pueda sonar ridículo e incluso obvio, pero me he topado con algunos visitantes lavándose la cara y las manos antes del almuerzo, en las aguas poco profundas del río...


El Río Tinto

Serpenteando durante más de 100 kilómetros a través de la provincia, como una gran herida sangrante, el Río Tinto fluye albergando una serie de bacterias adaptadas a este medio (extremadamente ácido) que otorgan el atractivo teñido rojo de sus aguas a través de complejos procesos de meteorización del mineral depositado en las mismas. 


En contraposición: zonas de escasa corriente, y cascadas de increíble cromatismo
En su discurrir nos toparemos con pequeñas cascadas de espectacular colorido, en contraposición con zonas donde el cauce se ve reducido al mínimo, permitiendo deleitarnos con los elementos depositados en su fondo. Además encontraremos pequeñas regiones en cuya superficie se acumulan cantidades considerables de espuma generadas por las colonias bacterianas, y que  flotando sobre las aguas van tomando formas inusuales, pictóricas, al ser arrastradas por la corriente. 


Los tramos mas recomendables son aquellos donde las aguas son menos profundas, al ofrecernos una mayor saturación cromática, situación que todo fotógrafo visitante va buscando para inmortalizar entre las imágenes de su sesión.

Si en la mochila llevas un filtro ND, no dudes en darle uso en la zona de rápidos del río:
los resultados no te defraudarán!

Vestigios industriales

Durante nuestra incursión por lo insólito, nos toparemos con curiosas e imponentes estructuras industriales abandonadas a su suerte. Como colosos que emergen de la roca, y cuyos descomunales engranajes y piezas cubiertas por una gruesa pátina de óxido, aún resuenan hoy día en nuestras cabezas como en un intento de recrear esos momentos pasados donde las entrañas de la tierra se rasgaban ante los invasivos procesos de extracción llevados a cabo en la zona por la industria minera británica, Rio Tinto Company Limited (la imagen con la que arranca la publicación es uno de los símbolos de la provincia de Huelva, y por ende de las minas de Riotinto: un enorme cráter de mas de un kilómetro de diámetro, producto de la mano del hombre, llamado Corta Atalaya, y que en su momento albergó un importante filón de cobre).

Como curiosidad, y para hacernos una idea aproximada de las dimensiones del descomunal agujero, en uno de los bancos de la corta, hay una locomotora abandonada (la número 50), hecho que pone de manifiesto el poder destructivo de este tipo de explotaciones a cielo abierto.

La locomotora puede tener unos 4 metros de alto en su punto mas elevado!!!
Imaginaros junto a ese enorme agujero!!!
Gigantescas zarandas para separar y cribar el mineral, los interminables tragantes de las viejas chimeneas que partían desde las áreas de fundición y se alzaban imponentes hacia el cielo, las ruidosas trituradoras y las incansables fábricas de ácido sulfúrico,... todos sumidos en un estado ruinoso de conservación y que nos obsequian con una estampa parcial de lo que llegó a ser aquel lugar, donde muchos obreros perecieron, victimas del capitalismo, la corrupción y la ausencia de medios de protección, sufriendo en sus carnes los efectos de la explotación. 


La tierra aún circundada por las vías muertas que permitían el transporte de mineral hasta el puerto de Huelva, acoge numerosas piezas de gran interés para los enamorados del mundo del ferrocarril, a destacar varias locomotoras y vagonetas de carga que descansan en lo que a simple vista parece un enorme cementerio de gusanos de metal.

Sistema de tracción y caldera de la bellísima "Gilda"


Pateando cada rincón

La investigación previa sobre planos, libros y consultas en Internet, será esencial para obtener mayor conocimiento sobre el terreno donde nos moveremos durante la excursión, además de recopilar un mayor volumen de datos de interés de la zona en cuestión, hecho que nos permitirá disfrutar mucho mas de la visita. 

Pero sin duda alguna, el espíritu de explorador aventurero se convertirá en nuestro principal aliado a la hora de adentrarnos en territorio desconocido - obviamente, siempre haciendo uso del sentido común para evitar terminar maltrecho en la cama de un hospital o algo peor - y dejar sorprendernos con localizaciones que no figuraban en los mapas ni en los libros. 


Recuerdo en una de mis primeras visitas a Riotinto, tras recorrer escasos metros desde el aparcamiento del coche, nos adentramos a través de la escasa vegetación autóctona, y localizamos  para nuestra sorpresa y gran alegría, una explanada repleta de cajas de madera de colores que contenían cilindros de mineral (testigos de minería) del terreno subyacente. Un fotogénico hallazgo que hizo las delicias de los presentes!

Investigar in-situ: la clave para hallar nuevas localizaciones

Texturas por doquier

Riotinto nos ofrece en toda su extensión, un amplio catálogo de texturas a cual mas interesante: metales oxidados, paredes desvencijadas por el paso del tiempo, tierras rebosantes de sustancias cristalizadas multicolor,... Deberemos agudizar nuestro sentido fotográfico para lograr centrarnos en esos pequeños (y preciados) detalles que sin duda despertarán nuestro interés.



Redactado por:


Javier Domínguez "Jadoga"

Un loco enamorado de la fotografía, apasionado del formato cuadrado y la máxima “menos es mas”. Formador y fotógrafo en JADOGA PHOTO-ART especializado en fotografía corporativa y de producto, retrato y edición avanzada. Dirige el grupo fotográfico 1:1 y es responsable de comunicaciones y redes sociales en la Confederación Española de Fotografía (CEF). Actualmente esta desarrollando el proyecto fotográfico #CinemaPortraits con mas de 100 artistas de nuestro cine y teatro. 

Twitter: @JadogaPhotoArt

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WEB: Jadoga.es

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