martes, 18 de octubre de 2016

El equipo que no hacía buenas fotografías



Recuerdo mis años mozos, allá por el 2003, cuando estudiaba y trabajaba para costearme mi formación universitaria, una larga, tendida y surrealista conversación con un cliente. Días atrás, este comprador compulsivo (e ignorante) adquiría, presa del típico arrebato consumista, un equipo fotográfico de altas prestaciones, y por consiguiente, de elevado precio, en el establecimiento donde solía cubrir el turno de tarde, haciendo las veces de asesor en el departamento de electrónica y fotografía. Aquella estampa me marcó profundamente, al verle llegar, cabizbajo y desolado, portando bajo uno de sus brazos, la caja de la susodicha cámara con la que pretendía convertirse en el nuevo Avedon de las "arretratauras". Se sentía defraudado, estafado incluso: nadie le había informado que el simple hecho de adquirir un equipo de semejantes características (de esos que hacen tan "buenas" fotografias) junto a su inseparable libro de instrucciones correspondiente, no eran suficientes para salir airosos de cualquier situación fotográfica que le plantase cara, y obtener aquellos paisajes con los que soñaba cuando se postraba frente al último número de National Geographic, o esos maravillosos retratos llenos de color y vida, de un tal McCurry: si, ese que se ha vuelto trending topic en los últimos meses...

La tentación: días previos a la compra

Una mañana, mientras cubría la ruta de paseo diaria con su perro por las calles del vecindario, un grito llamó poderosamente su atención. Su vecino de la casa de enfrente, repetía su nombre como un poseso, mientras alzaba puño al cielo, un objeto cúbico negro que portaba en su mano derecha. Al acercarse, pudo comprobar que se trataba de una cámara fotográfica (repito: de esas que hacen tan "buenas" tomas). "Pedro, mira que cámara me he sacado de la tienda"

"En definitiva, Pedro, con este pedazo de "bicho" me voy a hartar de sacar buenas fotos..."
El buen vecino comenzó a relatar las bondades que ofrecía su nuevo equipo digital, mientras toqueteaba sin lógica alguna, la compleja botonera trasera, repleta de extraños símbolos y siglas, que parecían sacados de un libro de gramática élfica. "En definitiva, Pedro, con este pedazo de "bicho" me voy a hartar de sacar buenas fotos...", afirmaba sin vacilar, el susodicho vecino, haciendo alusión y poniendo en evidencia, ese dicho tan popular en mi tierra: "caballo grande, ande o no ande"


El día de la compra

Tras varios días intentando convencer a su esposa de su reciente capricho, y tras asaltar la cuenta de ahorros familiar, nuestro amigo Pedro se convence a si mismo - y a medias, a su señora esposa... - que con esta cámara todo será diferente... y no le faltaba razón.

Decidido a cumplir su sueño, aquella misma mañana nuestro cliente cruzaba el umbral que marcaban las puertas automáticas del establecimiento, y que se abrían a su paso de par en par, facilitando el acceso a sus dependencias. Nadie ni nada, hacían sospechar que aquella nueva adquisición terminaría de un modo tan desgarrador.

"¿¿¿Sacar "buenas" fotos???: eso está chupado..."

"Buenas tardes: vengo a llevarme una de esas cámaras que tenéis expuestas, y que sacan tan "buenas fotografías". Mi compañero el del turno de mañana, sin dudarlo consulta precipitadamente el listado de incentivos, comprobando la jugosa cifra que se embolsaría con la venta del equipo. Pedro, no quitaba ojo de aquella preciosidad que le tentaba: "grande, robusta y con pantalla LCD para comprobar las fotos que iba tomando: la de fotos "buenas" que voy a sacar con esto", se repetía una y otra vez en su foro interno.

"Gracias caballero! No olvide usted sellar la garantía", se despedía amablemente mi compañero del otro turno, mientras Pedro agarraba fuertemente a su nuevo bebé, ese que le arrebataría el sueño durante varias noches.


Las Pruebas

Como la segunda parte del film, "El Corredor del Laberinto", nuestro buen amigo y cliente, Pedro, se disponía a enfrentarse en un desigualado cara a cara, a un reluciente "cacharrito" que sin duda le pondría a prueba y terminaría sacando de sus casillas. Al final de la calle principal del vecindario, había un hermoso descampado desde donde se disfrutaban de unas espectaculares vistas de la ciudad, un buen lugar sin duda para estrenar el equipo. Valiente y decidido, y tras una breve lectura del manual de instrucciones - ese que te dice como debes colocar la batería y demás... -, Pedro comienza a trastear sobre aquellos extensos menús, perdiéndose entre tantos iconos y términos extraños como "bracketing", "iso" o "RR larga exposición".

Algo confuso entre tanta terminología, localiza una rueda tipo ruleta, repleta de letras que no consigue descifrar... pero esperen queridos lectores, una de las modalidades que brinda la rueda nos lleva a una opción que parece viene a facilitar las cosas a nuestro amigo: AUTO, decía en un tono verde esperanza. Comienza a tomar fotos, sin ton ni son, obviando eso de la abertura, la velocidad y aquel término que le sonaba a aquella bebida para deportistas (isostar...): en realidad, con una cámara de este precio, las "buenas" fotografías estaban garantizadas con solo apretar el botón de disparo.

Con una cámara de este precio, las "buenas" fotografías estaban garantizadas con solo apretar el botón de disparo

Al llegar a casa, y tras descargar las imágenes en el ordenador, este se dispone a visualizarlas junto a su familia. Pero aquello no se parecía en nada, a esas puestas de sol con las que disfrutaba en su revista favorita; incluso un retrato que tomó a unos críos que jugaban en el parque, parecía estar borroso, movido, sin esa definición que mostraban los retratos del tal McCurry.

Pedro no descansó en toda la noche, pensando en el desembolso que había realizado, convencido que con esta cámara, definitivamente tomaría esas "buenas" fotografías que tanto anhelaba... iluso, ingenuo, el pobre Pedro se percato que eso de sacar buenas fotografías no eran tan sencillo como echar sal al huevo frito.


Desilusión

Días mas tarde, Pedro volvía a la tienda durante mi turno, desilusionado, cabizbajo, y temeroso "con el rabo entre las piernas", portando su paquete explosivo. Sobre el mostrador colocó a la "bestia indomable" que parecía mucho mas dócil dentro de su embalaje. "Me siento estafado: nadie me informó que con esta cámara tan cara y tan grande, no se podían hacer buenas fotografías", me comunicó sin ni siquiera pestañear. Mi semblante se torció en una mueca de asombro.

"Debemos conocer todos sus entresijos, para llegar a dominarla, sin que ella nos domine"

Pedro - como muchas otras personas - comprobó en su propia piel, que la destreza fotográfica no se adquiere de la noche a la mañana, y mucho menos, dejando toda decisión a la propia cámara. "Pedro, la cámara es solo la herramienta para lograr una buena fotografía: en primer lugar, debemos conocer todos sus entresijos, para llegar a dominarla, sin que ella nos domine. Por otro lado, la mirada fotográfica, que poco tiene que ver con el equipo empleado, será una de las facetas a desarrollar, y que nos conducirá a esa gran imagen que tanto anhelamos", comenté amablemente, aún sin salir de mi asombro.

Sin duda, un golpe de cruda realidad, una constante que se repite día tras día, en una sociedad donde pensamos que todo es disparar, disparar y disparar, olvidándose de algo tan importante como la formación fotográfica, el desarrollo de una mirada, de una cultura visual, algo tan necesario y a la vez tan obviado por la mayoría de mortales que comienzan a aventurarse en las artes fotográficas.

En definitiva, nuestro amigo Pedro, solo se agenció un equipo que por si solo comprobó, no hacía buenas fotografías.


Redactado por:


Javier Domínguez "Jadoga"

Un loco enamorado de la fotografía, apasionado del formato cuadrado y la máxima“menos es mas”. Formador y fotógrafo en JADOGA PHOTO-ART. Dirige el grupo fotográfico 1:1, responsable de comunicaciones y redes sociales en Confederación Española de Fotografía y parte activa del proyecto artístico Umelecky. Actualmente esta desarrollando el proyecto fotográfico #CinemaPortraits.

Twitter: @JadogaPhotoArt

Facebook: www.facebook.com/byJadogaPhotoArt #CinemaPortraits

WEB: Jadoga.es


3 comentarios:

  1. Muy bueno :D
    Creo que todos hemos sufrido la surrealista pregunta de "¿Qué cámara me recomiendas que saque buenas fotografías?" O_o!!

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    Respuestas
    1. A mi me gusta más, ¿Qué camara me recomienda que saque buenas fotografías con poca luz?

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