martes, 2 de junio de 2015

Fotografiando el odio. La foto de Alfred Eisenstaedt a Goebbels

 La fotografía del odio. La foto de Alfred Eisenstaedt a Goebbels. Foto: LIFE

Dicen que una buena generalmente suele inspirar sensaciones a la persona que la observa y reflejar (en el caso de que sea posible) el alma del fotografiado, su interior.

En el caso de la fotografía que protagoniza esta entrada, no cabe duda de que el fotógrafo consiguió ambos objetivo. Y es que para muchos Alfred Eisenstaedt consiguió fotografiar el odio.

Mientras preparaba una entrada sobre Alfred Eisenstaedt para que formara parte de la sección Maestros de la fotografía llegué al punto de tratar quizás una de sus foto no tan conocidas por el público en general (siendo el autor de la famosa fotografía del beso en Time Square el listón esta tan arriba...) decidí que debía dedicar una entrada en exclusiva a este capítulo de su vida como fotógrafo y hacerlo antes de publicar la entrada en general.



Alfred Eisenstaedt y su foto del beso en Time Square

Esta no es una entrada sobre historia, ya hay multitud de artículos que tratan de forma concreta esa temática de forma excelente, desde luego seguramente mejor de lo que yo podría hacerlo. No obstante hay que ubicar el marco histórico en el que se toma la fotografía.

En 1933 los Nazis ya habían tomado las riendas de una Alemania que había empezado a gestar el que sería el capítulo más triste de la historia reciente de la humanidad. Ese mismo año Joseph Goebbels, ministro de propaganda del auto-proclamado Tercer Reich acudió a Ginebra una reunión de la Liga de las Naciones Unidas (el embrión de lo que hoy en día es la Organización de las Naciones Unidas).

A esta reunión acudió como corresponsal acreditado Alfred Eisenstaedt, fotógrafo judío que trabajaba en Europa en aquel momento, matizo lo de aquel momento por que debido a "lo que vino después" tuvo que emigrar a USA.

Durante la reunión Eisenstaedt tomó varias fotos de Goebbels en las que se puede ver a este último, sonriente, relajado... en definitiva como solía mostrarse en este tipo de acontecimientos y de forma general, como se espera que los asistentes a ese tipo de reuniones se muestren por diplomacia o simple protocolo.

En un determinado momento un asistente de Goebbels le informó al oído que el fotógrafo para el que "posaba" era judío. Automáticamente su actitud cambio, su actitud se transformó y su odio afloro. Su sabida habilidad para manejar "la escena" desapareció y no tuvo problema en exteriorizar lo que se escondía tras su máscara.

Goebbles sonriente antes de conocer la procedencia del fotógrafo. Foto: LIFE

Creo que la foto es aún más impresionante (que ya lo es bastante por la mirada que Goebbels le dedica a Eisenstaedt) por la forma en la que su actitud denota que su odio dominaba su ser. Ignora totalmente a la persona que le muestra un documento, para él de ser posible su prioridad sería clara.

Alfred Eisenstaedt fotografío algunos momento fundamentales de la historia del siglo pasado, pero quizás esta sea la fotografía que mejor refleja lo que fue el motor de la locura que sacudió al mundo poco después.

2 comentarios:

  1. Escalofriante, la mirada de un asesino....

    ResponderEliminar
  2. No hace falta ser un hijo de p... para hacer esa mirada. Yo, como aficionado a la foto urbana, me las encuentro en el PC amenudo. No me dicen nada al disparar (me ven inofensivo) pero me encuentro cada mirada al ampliar que pa qué... a partir de ahora las llamaré "miraditas Goebbels"

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...