martes, 7 de octubre de 2014

Breaking Bad por una fotografía

Como Walter White pero sin cristal azul. Foto: AMC

..ya se ha exportado, 26 veces he llegado a este paso.

Ahora que empiezo mi desintoxicación y alejamiento de la fotografía y de ciertos aspectos que rodean a este maravilloso mundo la obsesión aumenta.


Parto del mismo archivo y la primera decisión que tuve que tomar era si buscaba el tratamiento que quizás estéticamente da mejor resultado o aquella que a pesar de poder repeler ciertas miradas plasma mejor la crueldad escondida del momento. Alguien me comentó que partiera de otra toma y la combinara, pero no... siempre una toma y en este caso más aún.

La decisión la tomé hace ya varias semanas sera un blanco y negro y no corregiré la "incomoda" realidad del momento.

Es la séptima vez que exporto la que aparentemente va a ser la toma definitiva pero en ese momento, hace mas de una semana me doy cuenta de que algo no encaja. Debo entender que la fotografía no puede perder la fuerza del momento y esta séptima versión aunque resulta mas impactante ha perdido profundidad. A esa conclusión llego a la mañana siguiente poco después del despertar.

Necesito alejarme de la toma unos días y que mi mente intente encontrar la solución, que el subconsciente me guíe.

Una tarde abro la carpeta indicada, el último cajón, aquel en el que esperan su momento las fotos terminadas y no publicadas... las que siento como mías. En estos momentos son 72, algunas llevan mas de 10 meses esperando a ser mostradas desde que se firmaron. 72 elegidas de casi 80.000 tomas. En el camino fotos que se han guardado quizás para no ver nunca mas la luz, fotos en agencias, otras cribadas en alguna de las 6 carpetas que a modo de filtros preceden "al ultimo cajón".

Durante dos días pienso en esas 72 elegidas y decido buscar la solución en ellas al problema con la foto que me obsesiona. Y una de ellas me da la solución, una foto que procesé en marzo. Estaba tan cerca que no lo veía.

4 días después vuelvo a la carga y las sucesivas exportaciones de versiones implementando la solución se suceden.

He afinado bastante pero el resultado sigue sin convencerme, me gustaría quedarme con una terna que presentar a mi mejor crítico Kique Ruíz, pero cuando estoy a punto de enviar el mail con las tres versiones y mientras me dispongo a llamarle para comentarle el envio que va a recibir, hay un corte de luz.

Apenas 2 minutos, suficientes para que al volver a buscar las tres versiones para cargarlas  de nuevo el convencimiento y seguridad que me guiaban a buscar la impresión de Kique desaparecen. No hay llamada y no hay mail.

Una semana después un total de 26 variaciones han sido fruto de mi obsesión, podría vendérmelo a mi mismo como el orgullo de un nuevo record, pero no es así.

Seguiré trabajando la foto quizás mañana, quizás otro día. La obsesión por resolver la foto de tal manera que me llene plenamente ha hecho que paralice el trabajo sobre cualquier foto que no sea "necesaria" de forma inmediata. Estoy rabioso y molesto conmigo.

Es algo personal, esta mas que otra es una foto que necesito ver nacer por y para mi.

Son las 2:31 AM.

...ya se ha exportado, 26 veces he llegado a este paso.

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